Sabemos que el funcionamiento adecuado de los servicios ecosist茅micos es fundamental para el ecosistema financiero actual. Esta premisa cuenta con el respaldo de diversos investigadores, organizaciones, consultores, e incluso agencias calificadoras; y se fundamenta en los servicios que el medio ambiente provee a lo largo de las cadenas de valor, muchos de las cuales son esenciales y por el momento gratuitos.
Por ejemplo, en el sector agr铆cola, un factor indispensable para numerosos cultivos es la polinizaci贸n ya que es fundamental para numerosos cultivos. 聽Adem谩s de la polinizaci贸n, existen numerosos servicios que son igualmente fundamentales como la disponibilidad de agua para la producci贸n de materias primas.
Para resaltar y dimensionar adecuadamente la importancia del medio ambiente en el desarrollo econ贸mico, es esencial respaldar estas afirmaciones con datos concretos y cuantificables. De 聽acuerdo con los datos de sostenibilidad de S&P Global, publicados en 2023, el 85% de las empresas de 聽S&P Global 1200[1], tienen una dependencia significativa hacia la naturaleza en sus operaciones directas. [2]聽 Adem谩s, el Foro Econ贸mico Mundial, estim贸 en el 2023, que m谩s del 50% del PIB mundial depende de la naturaleza, lo cual se traduce en un valor aproximado de USD $44 trillion.[3] 聽Estos datos acent煤an la correlaci贸n y la dependencia de la econom铆a global al medio ambiente, los 聽datos destacan la necesidad urgente de mantener constantes los servicios ecosist茅micos y sus recursos naturales, para que podamos garantizar un desarrollo sostenible y equitativo a largo plazo. Ahora bien, 驴c贸mo se puede desarrollar un modelo simbi贸tico que tambi茅n beneficie al medio ambiente?
Los modelos econ贸micos est谩n evolucionando para reconocer e integrar la relaci贸n que tiene cada industria y sus acciones con el medio ambiente. Iniciativas como el TCFD (Task Force on Climate Related Financial Disclosure) y el TNFD (Task Force on Nature-related Financial Disclosures), proporcionan directrices para la divulgaci贸n de informaci贸n financiera relacionada con el clima y la naturaleza, lo que puede conducir a develar mayor y mejor informaci贸n para la toma de decisiones. Aunque estos esfuerzos se han fusionado en los est谩ndares ISSB, el reto ser谩 su pronta implementaci贸n para demostrar los beneficios de estas pr谩cticas. Ahora bien, en un contexto de emergencia clim谩tica y bajo la Agenda 2030, es probable que surjan oportunidades para explorar nuevas alternativas y soluciones que propicien beneficios mutuos entre la econom铆a y el capital natural.
M茅xico ha avanzado en la construcci贸n de una infraestructura de mercado que permitir谩 el crecimiento continuo del financiamiento y la inversi贸n sostenible; existe ya una Taxonom铆a Sostenible, publicada en marzo de 2023, que clasifica m谩s de 100 actividades sostenibles en 6 sectores econ贸micos, destacando umbrales e indicadores clave para alcanzar contribuciones significativas hacia el medio ambiente y a la sociedad. Adem谩s, el Gobierno Federal ha lanzado una estrategia de financiamiento sostenible, en septiembre de 2023, con la finalidad de reforzar la colaboraci贸n p煤blico-privada hacia la movilizaci贸n de capitales y la transformaci贸n del sistema financiero y sus gremios. Buscando movilizar hasta $15 billones de pesos de 2023 a 2030.
Aun se debate la posibilidad de que el capital natural se convierta en una clase de activo independiente, como en el caso de los proyectos basados en la naturaleza, tambi茅n conocidos como Nature-Based Projects. Estos proyectos buscan proteger, restaurar o gestionar de una forma sostenible los ecosistemas y sus servicios, al mismo tiempo que puedan generar beneficios econ贸micos.聽,Existen varios ejemplos como la reforestaci贸n y la restauraci贸n de humedales que pueden capturar carbono, lo cual actualmente tiene un valor econ贸mico que destaca cada vez m谩s en varios pa铆ses. Para lograr esto, es necesario hacer una valoraci贸n econ贸mica de los servicios ecosist茅micos, as铆 como la creaci贸n de veh铆culos financieros espec铆ficos que permitan generar impactos positivos.
A pesar del creciente inter茅s en este tema, existen varias barreras que dificultan una mayor adopci贸n de estas soluciones. De acuerdo con Environmental Finance [4], uno de los principales problemas es la falta de visibilidad sobre c贸mo estos proyectos se integran a las carteras de inversi贸n, especialmente cuando son peque帽os y locales, lo que dificulta su financiamiento a gran escala por parte de instituciones financieras convencionales. Adem谩s, la falta de m茅tricas estandarizadas para medir y evaluar su impacto ambiental y econ贸mico puede dificultar la integraci贸n de esta clase de activos, posiblemente siendo un instrumento con baja liquidez.
Aunque existen desaf铆os significativos, es crucial iniciar una conversaci贸n sobre la posibilidad de considerar el capital natural como una clase de activo independiente. Esto puede abrir nuevas oportunidades para financiar proyectos que tengan impactos claros en la protecci贸n y restauraci贸n del medio ambiente, al tiempo que generan retornos econ贸micos sostenibles a largo plazo.
[1] S&P Global es un 铆ndice que incluye a las 1,200 empresas m谩s grandes de Am茅rica del Norte, Europa, Asia, Australia y Am茅rica Latina,
[2] https://www.spglobal.com/esg/insights/featured/special-editorial/how-the-world-s-largest-companies-depend-on-nature-and-biodiversity#:~:text=S%26P%20Global%20Sustainable1%20data%20shows,nature%20across%20their%20direct%20operations.
[3] https://www.weforum.org/agenda/2023/02/an-ecosystems-economic-value-can-now-be-measured-heres-how/
[4] https://www.environmental-finance.com/content/analysis/comment-can-natural-capital-become-its-own-asset-class.html