De acuerdo a Bloomberg Green, Goldman Sachs Group Inc. ha comenzado a experimentar con una nueva clase de activo ambientalmente responsable: “green equity”. Mientras que el número de emisiones de bonos verdes en los mercados de deuda crece exponencialmente año con año, los mercados de capitales habían quedado rezagados en materia de sustentabilidad financiera. Sin embargo, esto podría cambiar en los próximos años como parte de la transición hacia una economía y un sector financiero más verde.
Recientemente, Goldman realizó una colocación de capital privado que implicó definir los parámetros necesarios para la emisión de acciones con etiqueta verde, lo cual fue un paso importante en el desarrollo de este nuevo producto. Las ofertas de green equity funcionan de manera similiar a los bonos verdes, en donde se levanta capital con el objetivo de que éste sea canalizado hacia acciones que impulsen una mayor sostenibilidad ambiental.
El green equity hizo su primer debut en el mercado de capitales de Suecia a través de Swedbank AB, y a la fecha se han hecho tres ofertas del mismo tipo. La primera de estas se realizó en mayo del 2020 por la empresa de bienes raíces sueca K2A, la cual vio un aumento del 70% de sus acciones. A esa le siguió Platzer, inmobiliaria basada en Goeteborg Suecia, la cual tuvo un aumento del 16% de sus acciones. Por último, la tercera y más reciente fue WastBygg, empresa sueca de construcción que realizó una oferta de capital verde el mes pasado, y en lo que va desde el llamado, sus acciones han visto un aumento del 7%.
En ausencia de estándares o marcos de referencia globales para las transacciones de green equity, el banco Swedbank ha procedido independientemente, generando un precedente para la metodología de futuras emisiones del estilo. Conforme aumente la oferta e interés por estos activos, las presiones y esfuerzos por regular el proceso de sus emisiones aumentarán. La transición hacia economías más sustentables significa que si compañías e instituciones desean atraer inversionistas, éstas tendrán que demostrar su alineación y compromisos con los objetivos climáticos. Por ello, a la par de los bonos verdes, desde el mercado de capitales, el green equity será una herramienta cada vez más atractiva para el enverdecimiento del sistema financiero.